***Puerto Escondido 2009***
Todo comenzó con la planeación, no sabíamos a donde ir y el tiempo se nos venía encima...estábamos estresados porque sabíamos que si no nos apurábamos no íbamos a encontrar ningún hotel u hostal disponible en ningún lugar. Se nos antojaba la playa, sobre todo Puerto Escondido, ya que yo suelo ir todos los veranos y les contaba a mis amigos sobre lo increíble que es y lo bien que nos lo pasaríamos ahí; sin embargo no reaccionabamos ante la urgencia de apartar lugar...sobre todo ahí, que en épocas vacacionales se llena al tope. Ante nuestra incapacidad, Mariana, mi gran amiga, tomó cartas en el asunto y reservó las habitaciones en el Hostal Shalom, un lugar jovial, bonito, con ambiente y barato...en conclusión, todo lo que buscábamos.
La fecha llegó; nos subimos al camión y emprendimos un viaje de 20 horas a nuestro fantástico destino, a pesar del calor y el tiempo dentro de un mismo lugar, la emoción nos hacía olvidar el olor a baño y el dolor de piernas, sabíamos que íbamos a llegar a un lugar sin igual; el tiempo pasó y llegamos porfín, tomamos un taxi que por $25 nos llevó al hostal, donde pasamos unas vacaciones increíbles bajo el solesito oaxaqueño y un clima cálido sin igual, jugando cartas, bajando a la playa, Carrizalillo o Zicatela, comiendo delicioso en distintos restaurantes, haciendo amigos de bar en bar,visitando las distintas playas del lugar, conociendo sus cualidades y volviéndonos parte de su historia.
Es bien conocido que Puerto Escondido es la sede de un gran número de extrangeros practicantes del surf, por lo que nunca perdimos la oportunidad de entablar plática con ellos sobre este fascinante deporte extremo y a lo que se enfrentan al practicarlo, terminando las pláticas sobre su gusto por visitar las tierras oaxaqueñas; comenzando porque son practicantes de surf y Puerto Escondido es el tercer lugar a nivel mundial en olas de gran magnitud, teniendo arriba a Hawaii con el primer lugar y a Australia con el segundo, además de que califican a los oaxaqueños como gente muy amable y cálida, haciendo de Puerto un lugar encantador para venir de vacaciones o por meses a practicar el Surf...
Me la pasaba increíble en mis vacaciones, cuando recibí una noticia que las mejoró por mucho, mis papás llegarían el domingo y que me quedaría una semana más con ellos y sus amigos en la casa de la familia de mi papá. Total, yo ya no me regresaba con mis amigos, sino que me quedaría ahí y esperaría a que llegarán mis papás, lo cual me pareció una excelente idea, sin embargo, no sabía con quien me iba a quedar de viernes (día que mis amigos se iban) a domingo que llegaban mis papás, la suerte fue, que llegaron otros amigos que iban a Mazunte; por lo que decidí irme con ellos, conocer Mazunte y el domingo regresar para iniciar unas vacaciones muy diferentes a las que había tenido,ya era un viaje planeado con todas las comodidades existentes, carentes en la primera semana, dejando de lado las noches sin dormir por ir de bar en bar hasta llegar al after, las noches de juego en el hostal, tomar margaritas, mojitos y toda serie de bebidas ecóticas cada momento y en todo lugar...o mejor dicho, la fiesta al máximo. Ahora sería distinto, durmiendo en una casa, con dos chicas a nuestro servicio, un jardinero bajando cocos de las palmeras, alberca aclimatada, comida preparada por mi papá y sus amigos, cenas en ricos restaurantes, moviéndonos en coche y no gastando en taxis, jugando dominó, visitando tiendas, en su mayoría de artesanías mexicanas, europeas o de ropa indú, volando el papalote por la playa y masajes de relajación todas las noches.
Tuve dos vacaciones muy distintas vivídas en un mismo lugar, sin embargo, increíbles, cada una con su especial encanto, pudiendo disfrutar de gente muy querida para mí, aprendiendo muchas cosas y disfrutando al máximo de muchas otras en un lugar sencillo, un destino donde se fusionan diversas culturas, teniendo como resultado, un lugar paradisiaco...un lugar para todos...Puerto Escondido.














